sábado, 26 de septiembre de 2015

The Industry

Ahora que acaba el verano y entra el otoño, retomo la actividad. Hice un parón ya que suele costarme bastante exigirme en proyectos en solitario, pero he tenido una buena idea para retomar las entradas más allá de las críticas (en esta nueva "temporada" voy a intentar hacer algo más que eso), por eso, hoy voy a hablar de la industria.

La industria es un término que surge en Los Ángeles, para referirse a lo que da trabajo a un amplio sector de los ciudadanos que allí residen. El cine. Ya seas actor, productor, guionista, director, camarógrafo, formas parte de la industria. De esta se han generado muchas leyendas, algunas creíbles, muchas dudosas y otras increíblemente bizarras.
Según que web visites y a qué "expertos" consultes, habrá unos actores más excéntricos que otros y también más insoportables. Por poner un ejemplo, he leído dos cosas completamente opuestas sobre Christian Bale: por un lado, María Valverde - actriz que actuó junto a él en "Exodus" (2014) - sostiene que el británico es una persona encantadora y que la ayudó desde el minuto 1 en el que entró al set de rodaje; por otro lado, también leí (no recuerdo donde) que Bale era un hombre con un fuerte temperamento y que tenía por norma contradecir a director y actores, imponiendo su papel de estrella.
Con este ejemplo, vengo a decir que es muy difícil conocer los entresijos de la grandísima tela de araña que es Hollywood y más aún con centenares de medios sensacionalistas - americanos y extranjeros - buscando rellenar páginas y completar artículos con mentiras y escándalos (casualmente nunca comprobados).

El paseo de la fama y los estudios Universal son desde el punto de vista del turista medio californiano la cúspide del cine mundial aunque, por suerte, queda muy lejos de ser la verdadera cima del séptimo arte. El cine independiente, apartado (aunque no del todo) de la industria, busca competir con los 'blockbusters' de las grandes compañías y, con cada vez más apoyo de grandes actores, el cine indie se está convirtiendo en una alternativa real al cine de estudio.
El cine independiente americano cuenta con dos factores muy potentes: una fuerte influencia europea (el cine italiano, el francés o el británico están en auge dentro de los sectores más cinéfilos) y el toque justo de "americanada" para que la película entre sola. Blue Valentine, dirigida por Derek Cianfrance y protagonizada por Ryan Gosling y Michelle Williams, es el ejemplo que más me gusta poner cuando hablamos de cine independiente estadounidense.

Por otro lado, la industria ha pasado por altibajos durante toda su historia. Uno de sus mayores 'capuzones' fue a principios de los 50, cuando el senador Joseph McCarthy creó el Comité de Actividades Antiamericanas, con la intención de destapar y encarcelar a los trabajadores de la industria que perteneciesen o ayudasen al Partido Comunista. Con esto, se formó la leyenda de "Los Diez de Hollywood", un grupo de guionistas y directores (entre los que se encontraban Dalton Trumbo, Lester Cole o Albert Maltz) que tuvieron que vivir las represalias del gobierno estadounidense por su ideología de izquierdas. Elia Kazan por medio de la delación, facilitó al gobierno los nombres de estos diez hombres que nunca pudieron volver a trabajar bajo sus nombres reales, pues los estudios no querían verse involucrados en asuntos políticos.

Esto es, a grandes rasgos lo que más importante e interesante me parecía de la industria cinematográfica estadounidense. Hollywood es y será la meca del cine, pero no es oro todo lo que reluce.

viernes, 26 de junio de 2015

Taller Capuchoc (2014), de Carlos Padial - #AtlántidaFilmFest



Esta metáfora sobre las penurias del escritor rodada como un "falso documental" intenta entrar en una corriente que está ganando fuerza en el mundo low cost, el humor (existencial) absurdo. Una sucesión de sinsentidos que por el mero hecho de ser eso, sinsentidos, tienen gracia. Decidí ver esta película por la buena prensa que había obtenido, aunque ya he mostrado mi desacuerdo con los críticos de la prensa, digamos, profesional. Como he podido constatar, vuelvo a estar en desacuerdo, y aunque tengo que reconocer que me he reído, me he pasado más tiempo moviendo el cursor para ver cuanto le quedaba. De Carlos Padial, hay decir que ha maquillado el guión con una dirección correcta.

Por decir algo bueno, la actuación de Miguel Noguera y Xavi Daura son dos aspectos muy positivos de la película, así como el monólogo inicial, que me ha parecido, de largo, lo más gracioso de la película. Después de 'Taller Capuchoc' y 'Mi loco erasmus' (2012), quizá es hora de que Padial pruebe otro género distinto.
Valoración: **

jueves, 25 de junio de 2015

Todo Parecía Perfecto (2014), de Alejo Levis - #AtlántidaFilmFest



Es la primera película que tengo oportunidad de ver de este festival de cine online, y la verdad, ha puesto un listón muy alto. Me decidí por ella por razones puramente sentimentales, me apetecía ver algo como 'Stockholm' (2013), de Rodrigo Sorogoyen; y esta película daba el perfil. Una pareja, y un guión de hora y veinte aproximadamente, confiaba en que no se hiciese muy pesada y me ayudase a pasar la tarde. Y la verdad, que no solo se ha acabado muy rápido, si no que he quedado muy satisfecho. Jordi Rico y Andrea Trepat desprenden química en cada secuencia y a ello se suma una historia contada con mimo y cariño (gracias a una dirección de fotografía espléndida, todo sea dicho) por su director. Con el paso de los minutos aumenta el desconcierto y apetece entrar en un horizonte de sucesos (del que bien hablan en la película) para que la película no termine.

Una película muy potente visualmente hablando y un argumento que hace las delicias de los espectadores soñadores. Por lo poco que conozco mis gustos sobre cine, tiene muchas papeletas para ser mi favorita del Atlántida Film Fest.

Valoración: ****1/2



martes, 23 de junio de 2015

Baratometrajes 2.0 (2014), de Daniel San Román y Hugo Serra



En un momento en el que la historia quedó supeditada a la espectacularidad y al dinero, la corriente low cost llegó al cine español para salvarlo del bochorno que en muchas ocasiones producía. Con esta corriente llegó un cine verdadero, creado a partir de los recursos de los que disponían los integrantes de los proyectos que surgían de esta revolución. Estos recursos no siempre eran los mejores, pero permitían hacer arte a un coste mínimo. Internet ayudó aún más a la revolución, poniendo a disposición de los directores y productores low cost, plataformas que permitían exhibir el trabajo, gratis o cobrando, pero a un precio infinitamente más asequible que una sala de cine. En este contexto, surge Baratometrajes y posteriormente su segunda parte, Baratometrajes 2.0.

En esta segunda parte se entrevista a cineastas, exhibidores, productores y gestores culturales que tratan el tema del cine desde dentro. Este trabajo saca la putrefacción del cine español a la vista de todos y nos invita a pensar en estos cineastas independientes como la clave de la regeneración de la cinematografía del país. Además, trata no solo las historias que cuentan estos directores en sus filmes, si no su forma de entender a los espectadores (por qué piratean, por qué se prefiere el cine extranjero...) y sus propuestas de cambio para una industria saneada y saludable. Baratometrajes es el escaparate del nuevo cine en España, del cine que de verdad llega y hace sentir en salas de cine.

No pasa desapercibido que el cine español en los últimos tiempos se ha esforzado más en conectar con el público, quizá porque sabían que la forma en la que estaban prostituyendo al séptimo arte les estaba costando espectadores y, lo que más les importa, dinero. Por eso y por la aparición de plataformas como Filmin, el cine independiente a precios asequibles (en ocasiones hasta 8 veces menos que en una sala de cine), hacía que los cinéfilos, de los que verdaderamente se alimenta la industria, se quedasen en sus casas viendo películas de jóvenes directores que no habían tenido oportunidades en el mundo de los grandes estudios. Y a juzgar por lo que hemos visto de algunos directores con grandes presupuestos, quizá estos jóvenes rechazados por la industria, podrían enseñar de cine al 70% de miembros de la industria.

Porque al contrario de lo que piensan los grandes estudios, Baratometrajes nos enseña que el dinero no lo es todo. Porque sin (tanto) dinero también se puede hacer buen cine. Y ejemplos de ello son, Ilusión (2013), de Daniel Castro; Historias de un director idiota (2009), de Sergio Candel; o Esperando Septiembre (2011), de Tina Olivares.

En definitiva, este documental trata de abrir los ojos de los espectadores, mostrándonos que hay algo que no se puede comprar con dinero, la creatividad, la pasión y la ilusión por hacer cine y contar historias.

Lo mejor: el tono optimista del documental que, lejos de inspirar la idea de que sin una gran financiación no se puede llegar a ningún sitio, nos muestra los logros de una serie de autores que han destacado a través del low cost.
Lo peor: quizá que dentro del tono general de optimismo se haya generado un optimismo de circunstancias, es decir, que se haya generalizado en el documental las pocas opciones de llegar a un lugar en el cine de estudio.
Valoración: ****1/2

martes, 19 de mayo de 2015

El gurú de las bodas (2015), con Kevin Hart



Para mi, no sé si alguna vez lo habré dicho en Twitter, Kevin Hart es el actor que consigue hacerme más gracia con menos esfuerzo. No sé si será por su personalidad fuera de las cámaras, por su increíble carisma, o no sé que será, pero me parece un excelente actor cómico. Por eso, cuando surgió la oportunidad de ver el Gurú de las bodas, no pude negarme. Tenía que ir.

Doug Harris (Josh Gad) no consigue encontrar un padrino para su boda, por lo que recurre a los servicios de Jimmy Callahan (Kevin Hart), un padrino profesional. En una semana tendrán que preparar a Doug y a sus 'amigos', para que todo salga perfecto en su boda con Gretchen (Kaley Cuoco).

La película tiene el argumento idóneo para que se logre empatizar con el protagonista y para que la evolución de la relación entre este y el personaje de Kevin Hart, se convierta en el punto humano de la película. Por lo demás, es una serie de gags tras otros, que pueden (o no) hacerte gracia. A mi me la hicieron. Cada vez que hablo sobre películas de comedia, sobre todo a raíz del estreno de "El lobo de Wall Street", tengo que salir a defender al género, pues pocas películas cómicas han tenido éxito entre crítica y espectadores. Normalmente, la comedia es aceptada por el espectador pero no por el crítico y, desde aquí, mi humilde lugar en el mundo del cine, quiero que se acabe. La comedia debe regirse por otros criterios que no sean el puramente visual. Para mi, los diálogos del Gurú son sencillos, pero graciosos. Cortitos y al pie. Como debe ser. Aunque muchos críticos se nieguen a reconocerlo, prefieren las comedias con aspiraciones que las comedias que solo quieren ser eso. Pero ni todas las comedias con aspiraciones son "el Lobo de Wall Street", ni todas las comedias que solo quieren hacer reir son "American Pie". Examinemos el punto medio, que es donde está la virtud.
Volviendo a la película, Josh Gad y Kevin Hart se muestran sobresalientes en el aspecto interpretativo, mientras que la historia avanza de forma amena y sin decaer en el ritmo. Tiene un ritmo sostenido, que no es excesivamente alto, pero que encuentra la virtud en la forma de manterse.
La dirección de Jeremy Garelick es de manual, no aporta nada a la historia, y se limita a dar vida a un guión bien estructurado pero predecible.
El tráiler, a toro pasado, deja bastante mal a una película que a mi parecer merecía un tráiler mucho mejor organizado.

Lo mejor: Kevin Hart y Josh Gad, en general, y sus bailes, en particular.
Lo peor: Dentro de una película donde todo es correcto, sin despuntes, Jeremy Garelick deja que desear con una dirección tan básica. Cualquier persona que haya visto el suficiente cine podría dirigir la película como él.
Valoración: **1/2 (sobre 5)

sábado, 21 de marzo de 2015

¿Quién es? - El juego

Esto es algo que me he planteado durante las últimas semanas. Un juego, que he pensado puede ser divertido y puede permitir que los lectores y el blog interactúen. Os cuento mi idea:

Cada semana, describiremos a un personaje de película (no siempre protagónico, pero tampoco rebuscado de más), se avisará por el twitter del blog de que está colgada la descripción del personaje, y a través del propio twitter, tendréis que responder de quién creéis que estamos hablando. El primer acertante conseguirá 3 puntos, el segundo 2 y el tercero 1. Además de esto, el primer acertante elegirá el personaje de la semana siguiente siguiendo las directrices que le indiquemos (para que tampoco sea un imposible para los demás).

Al final de cada mes, quien más puntos haya obtenido podrá: a) pedir la crítica de la película que quiera o b) escribir el mismo la crítica de la película que quiera.
Al final del año, el que más puntos tenga obtendrá un mes de suscripción gratuita a Wuaki TV (si no la utilizas tendrás dos, el que tienes contratado y el que te proporcionamos nosotros; y si ya la utilizas tendrás el que te proporcionamos nosotros).

Para inscribirse en el torneo es tan sencillo como escribir un 'tuit' donde ponga lo siguiente: "@Butaca19 #QuiénEsButaca19 participo"
Tras esto, os pediremos por DM el correo electrónico para enviaros unas sencillas reglas y listo. ¡A Jugar!

Se aceptarán nuevos usuarios durante todo el concurso.

El Inocente (2011), de Brad Furman



No suelo consumir cine de abogados, no sé porqué, pero no es un género que me llame demasiado la atención. No obstante, la cinta de Brad Furman cayó en mis manos por casualidad y, tras haber escuchado que con ella comenzó el renacer de Matthew McConaughey, no pude evitar ponerla y ver de que se trataba. Y hay que admitir que no estuvo nada mal.

Mickey Haller (Matthew McConaughey) es un abogado criminalista, que es contratado por Louis Roulet (Ryan Philippe), un joven ricachón de Beverly Hills para defenderlo de un intento de homicidio. En principio, el caso parece bastante fácil, pero pronto descubrirá que no todo era lo que parecía.

La película está dentro de un género que se popularizó a finales de los ochenta y principios de los noventa, siendo exprimido hasta la última gota. Después, los dramas judiciales pasaron a la televisión de donde no han salido hasta hoy día. Esta película, que podría ser un remake de un estereotipo de película del género, cumple sus expectativas y genera entretenimiento durante algo menos de dos horas. Brad Furman demuestra su estudio del manual "como hacer cine", contándonos una historia desde la absoluta y tediosa formalidad, procurando no alterar el guión adaptado de la novela de Michael Conelly. Con oficio consigue impersonalidad, ya que cualquiera podría dirigir la película como lo hizo Furman.

Las interpretaciones son el punto fuerte de la película. Los que hablaban del renacer de McConaughey, tenían mucha razón, este fue el principio de la rutilante estrella que es ahora (no de la de comedias románticas de la hora de la siesta, si no de películas de verdad). La industria debería reconocer el mérito a esta película en ese sentido, ya que consiguió que Matthew cambiase de tercio para ser algo más que el chico rico y atractivo. Marisa Tomei, William H. Macy y Ryan Phillipe acaparan los minutos de los secundarios en pantalla, dándole un importante refuerzo a la película y a la ya de por sí valiosa actuación de McConaughey.

'The Lincoln Lawyer', título original de 'El Inocente', es una película entretenida, formal y que en ningún momento quiere ser más de lo que es. No obstante, con el elenco del que dispone, puede permitirse delirios de grandeza. No obstante, se le pudo sacar más jugo a la desconcertante personalidad de Haller y la situación en la que se encuentra.

Lo mejor: La portentosa actuación de la generalidad del casting, lo que permite a la película, con una trama más que utilizada, merecer ser vista.
Lo peor: El apresurado final.
Valoración: **1/2 (de 5)