jueves, 13 de noviembre de 2014

Interstellar (2014), de Christopher Nolan


Cooper, un expiloto de la NASA que se dedica a la agricultura en un mundo venido a menos, es reclutado para viajar a través de un agujero de gusano a explorar planetas potencialmente habitables, ya que La Tierra está próxima al colapso.

Después de esta oda al buen cine, lo único que se le puede reprochar a Christopher Nolan es que, por decirlo de algún modo, llama estúpidos a los espectadores. Trae seguramente la mejor película del año. Lo tiene todo, desde una interpretación brillante de Matthew Mcconaughey, digna de su segundo Óscar consecutivo; hasta un Michael Caine ya recurrente en el cine de Nolan, pero que siempre trae algo nuevo a las historias de este. Todos brillan con luz propia, lo que dice mucho de un director que consigue siempre sacar lo mejor de cada uno de sus actores.

El guión es de estructura sencilla, ya que lo complejo es el mensaje que pretende transmitir. Me quedo, seguramente con el monólogo de Anne Hathaway sobre el amor, o el último diálogo de Mcconaughey con su envejecida hija, que representan para mi, la idea final del filme. La sencillez es buena, porque facilita la comprensión de la película, pero a la vez no te deja sacar tus propias impresiones, ya que te lleva de la mano a las conclusiones que el director quiere que saques. Existen más, pero si no analizas el cine, y sólo te limitas a verlo, te perderás una gran experiencia. Me explico: el propio director, tira por tierra parte de su trabajo, por conseguir explicar sólo una parte de la historia.

Poco más queda que decir sobre la que es para mí la mejor película del año, con una banda sonora espectacular, y un realismo sobre el tema que trata, astrofísica, muy bien apoyado por eminencias de la física. Lo peor de todo, es que ahora tenemos que esperar unos años hasta que Christopher Nolan nos deleite con algún sueño, espacio o magia. O lo que me gustaría más, con el Caballero Oscuro de nuevo.

Lo mejor: Nolan y todo lo que representa él en sus películas. Dirección de actores, meticulosidad y sacrificio.
Lo peor: que te guíe en el camino y no te ofrezca una experiencia completa.
Valoración *****



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