Algunas historias bíblicas han tenido gran acogida en el cine, la primera de ellas fue 'Los diez mandamientos', protagonizada por Charlton Heston y que obtuvo siete nominaciones al Oscar. Esta cinta que data de 1956, cuenta la misma historia que la que hoy vamos a tratar. Moisés y la liberación del pueblo hebreo. Aunque no son, ni mucho menos, las dos únicas películas que lo hacen.
Otras películas de cariz bíblico, como "La última tentación de Cristo" de Scorsese, "La pasión de Cristo", de Mel Gibson, o "Natividad" de Catherine Hardwick, son películas que llevan a la gran pantalla las sagradas escrituras del cristianismo.
Entrando ya en 'Exodus', dirigida por Ridley Scott, un genio venido a menos (había que decirlo), pero que aún conserva su tirón popular que hace a los más escépticos ante la religión ir al cine esperando un Gladiator (que tristemente, no me encontré).
Como podía esperar de una película de este tipo, aparatosos ropajes, armaduras y armas se acumulaban en la pantalla, al mismo tiempo, los efectos especiales daban sensación al espectador de una épica que no resultaba más que forzada ya que de una historia tan trillada, poco se podía sacar. Aún así, hay que reconocer que Scott sacó algo. Una historia de amor que consigue trascender del caos que se vive en una película donde dos pueblos sufren: uno por ser esclavo del pueblo egipcio; y otro al ser sometido por Dios. La química que desprende la pareja Bale-Valverde, fuera ya de las actuaciones de cada uno (que ahora las comentaré), es bastante evidente. Un actor del calibre de Bale puede lograr conectar con quien quiera, pero creo que esta es una de esas veces en que la química no se fuerza y realmente existe. La historia entre Moisés y Sephora, es quizá el punto más positivo de la historia de "Exodus".
Quizá, un punto que me dejó bastante frío es el momento tan famoso de la apertura de las aguas, del que me esperaba muchísimo más y que ha conseguido dejarme totalmente indiferente y creo que ahí, Scott no ha sabido sacar partido de una de las escenas más míticas de la película.
En cuanto a los actores, está bastante claro que Bale es un titán interpretativo, pero que en esta película no ha exprimido todo su potencial como si que hizo en "The Fighter" o en "American Hustle". Una interpretación correcta, pero en la que no se ha esforzado mucho, por más que se empeñe en recordarnos la intensa preparación del personaje que vivió junto a Ridley Scott. Si hablamos de la representación española en la película, María Valverde, tengo que reconocer que me pareció correcta para ser su primera gran película y no dudo en que esta representará un trampolín para ella. Me aventuraría a decir que es la nueva Penélope Cruz, y creo que no me equivoco mucho. La solvencia con la que resuelve las escenas más íntimas de la película, que siempre tienen mayor dificultad, es un punto a favor para ella y para su carrera. Ha entrado en Hollywood de la mano de Ridley Scott, podemos decir que ha sido por la puerta grande.
Mención especial a Joel Edgerton que hace una interpretación bastante buena, siendo, probablemente, la mejor de la película. La escena con su niño en brazos, hablando con Bale, es quizá una de las más emocionantes de la película.
En definitiva, "Exodus: Dioses y Reyes" es lo mismo que otras películas sobre Moisés, pero con mejores efectos especiales.
Lo mejor: Joel Edgerton y las escenas donde podemos descubrir el lado más humano de Moisés, que suponen un oasis en medio de la caótica batalla entre los egipcios y los hebreos.
Lo peor: El declive (que parece imparable) de Ridley Scott desde Black Hawk Derribado.
Valoración: **1/2
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